Os dejo con unas fotos de las ricas tartas de frutas con crema y queso y limón que se merendaron el sábado Pili, su marido y sus 25 niños. Ella los llama cariñosamente sus niños, pero son 25 hombres y mujeres discapacitados con los que trabaja desinteresadamente junto a su marido y otros voluntarios desde hace ya unos cuantos años. Eso mismo es lo que le enseña a su niño de 5 años todos los sábados, lo que muchos pensamos pero no hacemos, que hay que ser solidario, ayudar a los demás, no despilfarrar y darle la importancia que de verdad tienen las pequeñas cosas en la vida y no a las que se la damos muchas veces. Pues eso, que Pili es la caña y tiene cuerda para eso, para trabajar fuera de casa, ocuparse de su niño y de las mil actividades del cole para las que le piden ayuda. Este es un pequeño homenaje para tí, Pili, y tu forma de vida. Gracias a que hay gente como tú tenemos aún un mundo en el que merece la pena vivir...
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